miércoles, 20 de abril de 2011

noparecereal.

Mi mañana ideal seria aquella donde estemos los dos estemos abrigados y envueltos con una frazada toda desparramada.
Y que el sol que entro por esa ventana que nos deja ver miles de hojas verdes sea la razón de mi despertar. Con una caricia vos te vas a levantar y volveremos a bailar.
Los primeros autos de la madrugada comienzan a pasar, y nos reímos de esa gente atada a la rutina existencial, estancada en el trafico y en su encierro mental.
Salimos al jardín, nos hacemos un café, y nos fumamos un cigarrillo, pensando (sin decirlo) cuan feliz somos el uno con el otro, cuanta paz despertamos juntos, y no nos imaginamos un segundo mas sin el otro. No nos lo decimos, pues pensamos que el otro tiene otra cosa en mente.
Volvemos de vuelta a la habitación para preparnos para partir, pero no podemos resistir y volvemos a danzar entre sabanas una vez mas.
Cuando el celular comienza a molestar es cuando te das cuenta que te tenes que levantar, y aunque los dos nos queríamos amar sabíamos que esta escena para siempre no podía durar.
Caminamos un par de cuadras ocultas como si estuviéramos juntos hace años, y de vez en cuando, mientras nadie nos ve, nos decimos que nos amamos pero sin palabras.
Y entonces llegamos al punto de partida, nos damos una despedida bastante rápida, los dos nos queremos volver a encontrar pero sabemos que eso no va a pasar.
Y asi es como aprendí a amar.

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